Cro. Benjamín García
Estimado amigo y compañero Benjamín, no sabes el placer que me da saludarte y a la vez describirte mi experiencia vivida en la reciente visita de nuestro líder Danilo Medina a la ciudad de Haverstraw, donde tuvo lugar un encuentro con la comunidad dominicana del lugar.
Salimos del hotel donde se hospedaba a eso de las 5:00 p.m., Ya en camino, hacia Haverstraw, el compañero Víctor Compres, que iba en el vehículo puntero, junto al compañero Héctor Pilarte, nos comunicaba por la radio que debíamos desviarnos, pues era hora pico y había un tapón que nos retrasaría por lo menos una hora, así lo hicimos, lo que provocó que la caravana se dispersara considerablemente; para que tengas una idea de lo acontecido; yo que manejaba el tercer vehículo, en una caravana de seis, no sabía a qué distancia íbamos uno del otro, por suerte, todos contábamos con un GPS, e individualmente avanzamos hacia el destino.
Ya en le carretera pudimos reorganizar la caravana, al acercarnos a Haverstraw, comprobamos lo que se nos había avisado y que yo, por el trajín del viaje, había olvidado: Un equipo de seis carros policiales, nos esperaban a la entrada de la ciudad, luces centellantes, se colocaron de una manera impresionante, tres delante y tres de tras de nosotros, nunca había estado en caravana alguna escoltada por la policía, esa era la emoción de todos. Al llegar al lugar no fue menos el asombro; con magistral destreza los tres carros de atrás bloquearon las vías, igual gesto hicieron los delanteros, una cuadra bajo control de transeúntes y tránsito, al entrar al lugar, hecho el recibimiento, de inmediato se inició el acto, sonaron las notas de los himnos de los EE. UU. Y República Dominicana, luego, algo que nos sorprendió a todos: a Danilo le fueron rendidos honores militares, en un acto que sugería un trato de jefe de estado, acto seguido, los líderes de la comunidad casi en su totalidad, pronunciaron sus respectivos discursos y entregaron 4 placas de reconocimiento al que según sus palabras, sería el próximo presidente de la República Dominicana. Dicho encuentro que comenzó a las 7:00 p.m., culminó con las palabras de Danilo, pasadas las nueve de la noche, momento en que salimos dejando el salón repleto de seguidores listo para disfrutar de un suculento buffet que los esperaba y marchamos con el orgullo en chido, escoltados de nuevo, admirados de que en cada cuadra, dos carros policiales bloqueaban las calles. La escolta nos llevó hasta las afueras de la ciudad, de donde seguimos sin ella, pero satisfecho de los logros alcanzados.
Finalmente te diré, que aparte del día de un tiroteo que se armó, mientras participaba en una manifestación en la UASD, nunca antes, había sentido mi corazón latir con tanta prisa.
Recibe mis abrazos.
Jankarlos Núñez
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