miércoles, 25 de agosto de 2010

El clítoris, la puerta para encender la pasión de una mujer



Pequeño, oculto y tímido, pero de lo más placentero, así es el clítoris, el órgano de placer femenino por excelencia. Aunque el género masculino lo conoce, o eso dicen, son muchos los que han sido incapaces de encontrarlo. Sin embargo, es tiempo de que deje de ser un misterio.

Anatomía del clítoris
Aunque preguntar por la localización del clítoris parece una evidencia, la realidad es que muchos hombres y algunas mujeres desconocen en qué lugar se esconde.
Se encuentra escondido debajo de la capucha clitoridea, dónde se unen los extremos superiores de ambos labios, justo encima de la uretra. La parte más visible se sitúa entre los labios, debajo de un pliegue de piel que le cubre: la capucha.
El cuerpo del clítoris está formado por dos brazos que se extienden hacia el interior del cuerpo femenino, bajo la piel, mientras que el glande, es el extremo del clítoris que se hace visible.

El clítoris; el órgano del placer
El clítoris no tiene otra función que la de dar placer. Pero para lograrlo, es necesario estimularlo en la manera correcta.
El glande es un auténtico captador de sensaciones muy placenteras. Así que hacer una parada en él es obligada, como también lo es, la zona de alrededor del glande. Con solo acariciarla, las sensaciones producidas son de alto voltaje.
Acariciar el tronco del clítoris garantiza una excitación máxima. Es por esta razón que las posiciones en las que el hombre se apoya sobre el pubis femenino estimulando así el clítoris, llevan a la mujer directo al orgasmo.
Los bordes de la vagina no hay que pasarlos por alto. Una dosis de caricias en esta zona, provoca sensaciones de lo más extremas.

Las caricias

Existen muchas formas de acariciar este punto de la anatomía femenina. Los dedos, la lengua y algunas posiciones son algunos ejemplos.
Las caricias manuales a través de los dedos son un clásico que nunca fallan. Eso sí, a veces hay que recurrir a los lubricantes para permitir que los dedos se deslicen con mayor facilidad. Si se quiere añadir más pasión, con la lengua.
Pero no solo hay que acariciar el clítoris. Las paredes de la vagina, zona de paso obligada para el pene, también pueden y deben acariciarse para ir preparando el terreno y conseguir un orgasmo pleno.

Las posturas más placenteras

Ella arriba
La mejor postura para llegar a estimular el clítoris durante el coito, es que te pongas encima de tu novio de forma que tu clítoris se roce con su pelvis durante la penetración.


En cuatro
En esta postura, o en cualquier otra en la que penetración se haga desde atrás, es más fácil llegar a la estimulación del clítoris.
Pero además, si quieres disfrutar de verdad, pídele a tu pareja que masturbe desde esta postura o bien, que te masturbe cuando estés encima de él.

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